La corrupción 100% legal.

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La corrupción no solo se expresa en malos manejos de dinero sino en la distorsión de las leyes y practicas de gobierno que favorecen a empresas grandes generando concentración y candados para el crecimiento de las pymes.

Por Carlos Mena Baduy

Todos los días vemos casos de corrupción expuestos en la prensa más aun siendo la principal promesa de campaña de este nuevo gobierno, desde desvíos de recursos de exgobernadores hasta grandes casos de corrupción federales como el sonado caso de la estafa maestra y el caso Lozoya- Odebrecht.

Sin embargo, hay otro tipo de corrupción, la legal, la que por medio de sobre regulación o manipulación de leyes han favorecido a un reducido grupo de empresas de muchos giros que depredan los ingresos familiares con sobre precios por arriba de otros países y eso que México es de los países más abiertos comercialmente del mundo.

Los sobreprecios y concentraciones en México hacen una foto distorsionada de la economía, por un lado, se tiene un crecimiento económico pequeño pero constante, pero por otro lado sólo unos pocos crecen y los demás actores de la economía están amarrados con camisas de fuerza legales o por falta de financiamiento para crecer.

México es de las economías que más informalidad tiene el 57% del PIB, pero este hecho es asociado a que las personas no quieren pagar impuestos esto no es precisamente cierto lo que pasa es que es muy complicado pagar impuestos, es muy complicado financiar negocios pequeños cuando no existen bancos regionales suficientes, la sobre reglamentación para crear financieras es compleja y cara, pero nada es casualidad es para que los bancos prevalezcan, de hecho, la misma informalidad favorece la concentración económica y monopolios, sencillo más regulación menos empresas, menos empresas más concentración económica, ósea la teoría de escasez, menos empresas mayores precios.

Para muestra un botón, Carlos Elizondo Mayer Serra dice en su libro “Por eso estamos como estamos”, dice acerca de los monopolios “existen pruebas de que representan pérdidas para el bienestar social de los consumidores, según Moisés Naim cada familia gasta casi de $75.000 pesos anuales en promedio a monopolios por productos y servicios. Existen unas cuantas empresas dominantes del mercado que concentran los ingresos de los más pobres; en la tortilla y demás productos de maíz dos empresas controlan el 93%, la leche sus derivados dos o tres con empresas concentran el 80%, Coca-Cola tiene 73% del mercado de aguas, refrescos y jugos, pan empaquetado Bimbo el 40%, harina de trigo Gruma el 41%, productos para el cuidado personal y del hogar tres empresas tiene el 70% de cada segmento, telefonía y servicio de Internet Telmex y Telcel concentran el 70%, cerveza dos empresas controlan prácticamente todo el mercado, en el transporte aéreo 1 a 2 empresas dominan cada ruta. Los productos que mencioné concentran el 42% de la canasta de consumo del 10% más pobre de la población y el 21. 4% del 10% más rico”.

Pero la corrupción invisible no solamente se expresa en la sobrerregulación gubernamental para que haya menos oferta y competencia económica sino también en la demanda del gobierno federal, Hernán Gómez Bruera menciona en su libro “Amlo y la 4t”, en su capítulo “estado capturado” menciona las siguientes concentraciones; en los subsidios al campo el 44% de los recursos se concentró el 5% de los agricultores más ricos, en el gasto de comunicación social Televisa recibió 18,700 millones en 2018 de pesos y en 2019 fue de 350, Tv Azteca se benefició con más de 1,000 millones en 2018 y sólo 269 en 2019, en el Conacyt el programa de estímulos al innovación destinó recursos a grandes empresas como Audi, Volkswagen, IBM, Monsanto, Bayer y Kimberly Clark, en la Industria farmacéutica 10 empresas concentraron el 80% de la compra de medicamentos estamos hablando de 240,000 millones de pesos, en la industria energética en los contratos verdes la generación de energía barata se pagan a la tarifa fósil más cara, ¿dónde está el ahorro?, un estado económicamente capturado 100% legal e invisible para los grandes opinologos de los medios de comunicación nacionales y críticos de la 4t.

Los protegen regulaciones inmensas, requisitos complicados y costosos, así como, organismos autónomos y federales como Cofrepris, Cnbv para impedir que entren nuevos competidores a los mercados. El monopolio se define en USA así “Existe un monopolio ilegal cuando una empresa controla el mercado de un producto o servicio, y ha obtenido dicho poder de mercado no porque su producto o servicio sea superior a los demás, sino porque suprimió la competencia con conducta anticompetitiva” solo que en México se suprime la competencia desde las leyes y prácticas del gobierno.

En México se privatiza mal se traslada un monopolio público a monopolio privado, las experiencias locales sobran, en Quintana Roo cuando se privatizó Aguakan en Cancún y recientemente en Playa del Carmen las tarifas subieron no molestando a los hoteles pero sí a las familias más pobres, en el caso de Telmex ya nadie recuerda que durante 15 años tuvimos las tarifas de celular cinco veces más arriba que las compañías similares de todo el mundo, hasta en China las empresas públicas son divididas por regiones y compiten dándoles estímulos a los directores por los logros pero siempre beneficiando en los precios a sus clientes.

Ahora, todas las inversiones públicas federales y estatales jamás van a impactar a la economía en su conjunto solo en 2020 la inversión publica como porcentaje del pib fue de 2.5% y la privada fue 16.3%, 6.52 veces más, es decir, desregular la economía y romper los candados legales a múltiples giros económicos que menciono son indispensables para fomentar el crecimiento empresarial, el empleo y alcanzar precios más bajos.

Reitero, la inversión extranjera es vital y necesaria pero un país más justo y menos desigual solamente será con menores regulaciones y con políticas públicas de dispersión de compras federales y estatales, además, una política de sustitución importaciones que desarrolle la industria nacional, hoy totalmente vapuleada por los productos de importación chinos cuyos insumos son subsidiados que no respetan normas ambientales, patentes y derechos sociales de los trabajadores de sus empresas. Esa es la agenda invisible, la urgente, la que nadie toca.

Es de llamar la atención la ausencia de críticas del sector privado sobre estos temas, en Yucatán y especial en el sureste no hay bancos locales, no hay proveedores federales de alto impacto, no hay inclusión de los empresarios locales en los grandes contratos de generación de energía eléctrica o de servicios de exploración petrolera, hay un apoyo total a la inversión privada extranjera, pero nada para los empresarios regionales, estos han sido reducidos y excluidos, hoy totalmente sometidos a un discurso en contra de las políticas nacionales del presidente, pero nada contra de la corrupción legal al 100% que fomenta la concentración económica que los destruye, obstaculiza la inversión, paraliza la movilidad empresarial, desalienta los precios bajos y sustenta la desigualdad económica del país.

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