Yucatán pionero en el combate a la corrupción.

Por primera ocasión a un Sistema que integra a entidades de gobierno y entes gubernamentales se le incorpora un comité auténticamente ciudadano.

Y aún más, uno de los ciudadanos del comité es designado, en esa misma ley, como cabeza del Sistema Estatal Anticorrupción.

Esta primicia histórica, producto de largo embate de la sociedad civil para darle mayor representación a la ciudadanía en el combate a la corrupción y la promoción de la cultura anticorrupción, no debe pasar desapercibida en un proyecto como el que hoy se materializa: la propuesta de la Política Estatal Anticorrupción del Estado de Yucatán (PEAY)

Un documento, dirigido al gobierno y a los ciudadanos, que pretende marcar el camino a seguir para un combate más efectivo a la corrupción, la impunidad y la arbitrariedad.

Un documento para poner en orden todas las voces que piden mayor eficiencia y control anticorrupción; mayor vigilancia y respeto a lo legal; menor opacidad en las relaciones de la ciudadanía y los trámites de gobierno; menor tolerancia contra los abusos del poder; voces cansadas del cáncer social que retumba por todas partes: corrupción.

En el PEAY está esa voz y reclamo ciudadano; está la investigación seria y profunda de fuentes confiables; está el trabajo de especialistas para darle forma medible a lo que se pretende alcanzar en este camino; está la norma jurídica para que esa vox populi ciudadana, desordenada y desorientada si se quiere entender así, quede capturada en un documento que sea la política rectora del estado de Yucatán para atender de frente, sin tapujos ni miramientos, la tan ansiada derrota de la corrupción por la legalidad y la integridad.

Ciudadano, este Comité te pide que hagas tuya la PEAY. Que transites en este camino que hoy se traza y se construye para beneficio de la ciudadanía.
Que nadie más que nosotros los ciudadanos, salimos beneficiados con una política anticorrupción.
Que está en nosotros no dejarla en letra muerta, en camino lleno de hierba porque no se usa, sino convertirla en verbo activo, en vía ancha para transitar hacia lo corecto, lo sano, lo justo, lo ético, todo aquello que reprime y corta de tajo los tentáculos de corrupción, impunidad y arbitrariedad.

Que este espacio ciudadano que por ley tenemos fructifique con una PEAY que se convierta en algo nuestro y, como el Caminante del Mayab nos representa en la música, represente el camino del mayab contra la corrupción.